Además, en los años 1990, también adquirió unos terrenos en el municipio de Sopo (en los alrededores de Bogotá), que posteriormente entregó como parte de pago a los acreedores cuando se acogió a la ley 550 (allí planeaba construir una nueva sede deportiva, algo que no se concretó). Su siguiente sede deportiva quedaba en un lote ubicado en el sector de Fontanar, en la localidad de Usaquén, a las afueras del norte de Bogotá, en la Autopista Norte con Calle 220. Este predio conocido popularmente como La Finca, se asentó desde finales de los años 1980 hasta comienzos del año 2010, se había visto envuelto en múltiples disputas en los últimos 20 años, pero finalmente en 2005 se determinó que su propiedad es en un 70% del club y en 30% de la DNE (Dirección Nacional de Estupefacientes).